No puedo concebir la vida sin el drama implícito. Creo que no hay creación sin un sentimiento explosivo de por medio. El estado de calma del ser humano no contribuye a creaciones que emocionen. Necesariamente tiene que ser catártica la obra, para realmente transmitir algo entre los individuos.
Hay una escalera donde se van situando los niveles de drama, mientras más altos más depurados. Entonces, lo que tiene que ver con dinero para vivir, las necesidades de casa y los dramas familiares, tienen su nicho y es la obra más cruda. Aquello que tiene que ver con encrucijadas, cuando la decisión no involucra la vida ni compromete la integridad física directamente, la creación se vuelve más compleja, la comprensión y su lectura son difíciles. Casi tiene personalidad propia, es más como un hijo al que tienes que hacer nacer, crecer, educar y ser.
Siento en mí la vida fluir, ese momento en el que tomo una posición en el universo, siento como se "gasta" y la dejo ir, y como me regresa algo que no es más vida, es algo con forma en mi mente y en mis sentimientos. Supongo que es "sentir".
Drama drama, hay nuevas formas de dramas, siempre, cuando crees que estás más allá de eso, te das cuenta que realmente estás escalando, yendo hacia arriba. La incomodidad y el drama se van transformando a su forma etérea, hemos de crear algo grande.
A lo largo de la vida (casi un cuarto de siglo), me he dado cuenta de que hay ciertos tópicos que me llaman más la atención y sólo cuando me pongo en plan de "la vida me interesa", capto estas ideas. Así llegó Sean Brennan, Sartre, Marilyn Manson, Osho, Herman Hesse, Hyperion (no están en orden de aparición ni de importancia) y un sinfin que ahora no vienen a mi mente. Muchos de estos escritores y personajes escribiendo sobre cosas oscuras, muchos tomados como charlatanes (y no los defiendo), pero el caso es que, en ellos he encontrado el reflejo de muchos pensamientos. Algunos no encuentran valor, otros son eliminados por ambas partes, otros toman una forma distinta, otros sólo son. Y sea cual sea su destino, tienen un gran valor. Por eso me decido a escribir desde ahora sobre mi tema de exposición del semestre: Ove Arup. Bien, hasta este punto sé muy poco, pero lo suficiente como para encontrar en este hombre un reflejo: Le gustaba y hacía música, cambió de filos...
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