Y en ese momento supo que eso no la mataría, indudablemente. Las ondas de sentimientos que pasaban a través de su cuerpo no lo harían, tal vez ella misma, porque se sentía absolutamente inadecuada en este mundo. "Aquí empezó, que aquí termine. Esta es la resolución menos invasiva, no hay resentimientos ni enojos hacia tí, sólo una gran frustración por reconocer de nuevo que los intentos no dieron los resultados deseados. Por todo lo demás que misteriosamente compone a lo que representa la frase, solo hay cosas buenas: una gran introspección, reconocimiento y ganas de ser plena y que lo seas también: "Me declaro incapaz de llevar a cabo esta empresa, lo intenté y crecí, pero me declaro incapaz ahora. Aspiro a muchas cosas y probablemente lo logre, no lo se, pero tú no eres la persona con quien veré realizado ese sueño en mi vida ni yo quien te acompañe en el tuyo. Me declaro incompetente actualmente, no puedo ni quiero seguir intentando con metas tan altas que solo me causan...
"¿qué haremos ahora para espantar a los espantosos, aterrorizar a los terroríficos, horripilar a los horripilantes?" Ray Bradbury, El árbol de las brujas