Compromisos...compromisos. De las cosas que más temo. Los compromisos que adquirí y no abandoné, eran fáciles por su calidad obligatoria, fueron principalmente cosas de la escuela. Aprobar los cursos, tener buenas notas. Lo asumí y lo cumplí. Lo siguiente que recuerdo es que no pude mantener un compromiso por mucho tiempo. Cuando me vi enfrentada a tomar decisiones sobre mi propia vida, fallé intensamente, la obligatoriedad de las cosas había desaparecido, mi capacidad de elección se vio deslumbrada por el camino de la no acción, del poder para hacer que las cosas pasen, para que no pasen. La vastedad del mundo de posibilidades abruma como pocas cosas, para qué elegir y comprometerse con algo que es una mala amante? Mis conflictos internos se sublimaban y eran, entonces, conflicto con todo el exterior. No tenía paz. Todo era, todo pesaba, todo estaba mal. Por el otro lado, el quehacer, era vacuo, para un mundo que yo rechazaba, nada tenía sentido, para un mundo que me confrontaba to...
"¿qué haremos ahora para espantar a los espantosos, aterrorizar a los terroríficos, horripilar a los horripilantes?" Ray Bradbury, El árbol de las brujas