Espero tu llamada atenta, leo tus palabras, atiendo a tus pensamientos, convivo contigo, te miro. Me despierto y te pienso, al dormir, creo que siempre estás en mi último pensamiento, hago algo, lo que sea, y estás por ahí, siempre con un lugar aunque sea pequeñito.
Es extraño, me siento como, realmente muy pocas veces h aunque a veces me suelte la correa, trato de nos ser aprehensiva, de dejarte ser y observarte porque es interesante, se siente bien saber que en este mundo anda suelta una persona como tú.
Tengo dudas, a veces miedos, pensamientos negativos, altas y bajas: a pesar de eso, estar a tu lado contribuye a moverme y seguir con el proceso de ser. No tengo miedo de nosotros, a pesar de lo veleidoso del mundo.
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