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Los escritores, todos, la vocación. La necesidad de hacer un algo que llama, la facilidad, la intención, la repetición, el talento.
Habemos una variedad, aún no se si grande o pequeña, de personas atrapadas en un sinfín de justificaciones para no escuchar la voz. Para quienes la definición de las cosas es más importante aún que la acción. ¿Cómo las llamarías? ¿Perdedores? ¿Desperdiciados? ¿Soberbios? Saber los significados, interpretar, atrapar, delimitar, constituyen el objeto de nuestra masturbación mental por la que vivimos, por la que comemos, por la que abrimos los ojos día tras día.
Somos incompatibles con la realidad. Creo que somos la culminación de una sociedad que se desvive por explicar las formas, la condición y la importancia de la condición humana. Tomamos por estandarte todo aquello que nos separa de la vida salvaje animal, condenamos el instinto y alabamos la pureza del pensamiento. Abrazamos la esperanza vacua de que, nuestro pensamiento nos salvará de una vida fútil, fugaz.
¿Qué queremos? Todo. Todo acá arriba, en nuestra mente, en nuestro cerebro. Pero acá, en el mundo material, las ambiciones son un idioma incomprensible, la fuerza física no constituye un esfuerzo considerable. El trabajo no es para nosotros. La vida debiera dársenos por la cantidad de ideas que producimos, por lo mucho que hemos rascado en el tejido de la abstracción, por lo mucho que hemos juzgado, por lo mucho que hemos analizado.
Me imagino que ya sabes cuál es el costo que pagamos segundo a segundo, que nosotros mismos producimos también por volumen. Sabes cual es la palabra que tenemos con más frecuencia en la mente, el sentimiento que no podemos negar sentir en nuestro cuerpo 100% funcional. Lo sabes, estoy segura.
Es el costo. Es lo lógico, es normal. Extraño es cuando no sucede así. Pero es lo esperado. Lo siguiente.
Algunos aceptamos el precio. Algunos no estamos dispuestos a cambiarlo. Algunos peleamos contra nuestra naturaleza con la promesa de que podemos ser distintos. Algunos no luchamos ni avanzamos. Algunos ni siquiera nos atrevemos a reconocernos. Algunos, rasgamos la realidad tratando de obtener manzanas de perales. Algunos sólo nos dedicamos a despreciar todo aquello que para los de naturaleza distinta, es valioso. Porque podemos, porque es fácil, porque porqué no.

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Lo que estoy escuchando

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  • TheNobodies - Marilyn Manson
  • Juliet - Emilie Autumn

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Lecciones de vida.

A lo largo de la vida (casi un cuarto de siglo), me he dado cuenta de que hay ciertos tópicos que me llaman más la atención y sólo cuando me pongo en plan de "la vida me interesa", capto estas ideas. Así llegó Sean Brennan, Sartre, Marilyn Manson, Osho, Herman Hesse, Hyperion (no están en orden de aparición ni de importancia) y un sinfin que ahora no vienen a mi mente. Muchos de estos escritores y personajes escribiendo sobre cosas oscuras, muchos tomados como charlatanes (y no los defiendo), pero el caso es que, en ellos he encontrado el reflejo de  muchos pensamientos.  Algunos no encuentran valor, otros son eliminados por ambas partes, otros toman una forma distinta, otros sólo son. Y sea cual sea su destino, tienen un gran valor. Por eso me decido a escribir desde ahora sobre mi tema de exposición del semestre: Ove Arup. Bien, hasta este punto sé muy poco, pero lo suficiente como para encontrar en este hombre un reflejo: Le gustaba y hacía música, cambió de filos...

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