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No suelo escribir sobre la cotidianidad... Ni quejarme al respecto de ella. Pero últimamente, puesto que me ha resultado más difícil mantenerme en mis asuntos diarios me he puesto a pensar respecto a ellos. Ciertamente, mi situación actual no da para mucho: circunstancias, me digo, circunstancias. Y pienso que la vida es más que rendirse ante las circunstancias, claro, pero si lo pienso un poco más, llego a conclusiones no muy alentadoras. 
Y es que, cómo superar esas circunstancias cuando todas son de adversidad? Y no son aquellos golpes que caen y ante los que tienes que demostrar de lo que estás hecho, no... Son aquellos pequeños eventos que son como una piedrita en el zapato y que al momento piensas que no es nada y/ó puedes superar pero que en el andar se vuelven una molestia, una gran molestia. 

Y es cierto, esas pequeñas cosas, como la congestión vehicular, el clima, la espera en servicios... No son asuntos que personalmente podamos resolver, son asuntos sobre los que tenemos algún poder al prevenirlos, pero... Pensándolo, y en la práctica... Prevenirlos me está/rá costando un par de horas más... Tengo que ceder dos horas de mi vida en las que podría hacer otra cosa en pos de evitarme algo que, no está bien... Tendría que llegar casi una hora antes a la estación de MB para abordarlo a una hora decente y llegar a tiempo, y cuando digo a tiempo es 5 10 min. antes de mi clase (lo necesario), tendría que esperar hasta que el sol baje para poder caminar sin sentir que me arde la piel del rostro y como vengo haciendo, tengo que comer en menos de 15 min. para llegar al trabajo... 

En fin... Si, es sano exponer estas cosas en el blog. Ya, me largo a estudiar que lo que me sobre es tarea.  

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Lo que estoy escuchando

  • Infection13 - Dope Stars Inc
  • TheNobodies - Marilyn Manson
  • Juliet - Emilie Autumn

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Pies. Mis pies me han llegado por todo el mundo que conozco. Literal y metafóricamente. Han sido mi único y leal instrumento. Y han sido fieles todo el tiempo, junto al resto de mi cuerpo. Me han cargado, y han padecido mis arranques de vanidad, han soportado mi deseo de verme de cierta forma aunque eso represente incomodidad, dolor. Pero realmente, han jugado bien su papel, más allá de lo esperado, que ya es mucho y más de lo que algunos tienen. Debo cuidar más mi cuerpo, ser más observadora y no retar en aquellas situaciones donde es posible, casi con seguridad, que en un pequeño descuido, el daño sea mayor, doloroso e incapacitante. Si lo pienso, una vez más, fue una gran falta de cuidado. No importa nada más que cuidar nuestro cuerpo.
No sé si es una suerte de profesías autocumplidas, pero cada vez más me encuentro en esta situación oscura que jamás hubiera imaginado... No sé cómo llegamos a este punto, cómo hicimos todos para quedar imersos en esta realidad. Ni siquiera se trata de una realidad material, sino una serie de hechos de la mente. Estamos en un juego mental. Creo que siempre es así. Cuándo te das cuenta de que las circunstancias son independientemente de las personas, pero que esa atmósfera, esa situación emocional está hecha exclusivamente de las decisiones que cada quien toma; es cuando realmente te preguntas de qué va. De qué va la vida, qué se supone que construimos, a dónde se supone que queremos ir, como humanidad, como país, como sociedad, como familia. Y te das cuenta que a donde van es a un lugar oscuro, tenebroso, dado por cinco caminos diferentes tratando de encontrar convergencia entre mundos totalmente distintos, imposibles desde el punto de vista de los otros cuatro de dónde no parte el
Me gustaría no tener dudas, pero eternamente me cuestiono todo sin llegar a buen puerto. Hay elementos que faltan para una visión real, y mi fe no me parece elemento objetivamente significativo. Cual sería la diferencia entre eso y una mentira que deseo creer. Prefiero las aguas claras, el mundo de las proyecciones racionales y las seguridades que lo construido puede dar. Mucho o poco. No soy un ser humano terminado, no he terminado de aprender, y estoy totalmente segura de que no he terminado con el sufrimiento. Por eso me hundo en estas aguas turbulentas que no aseguran nada, que no tienen referencias claras ni un patrón aparente. Tal vez encuentre la manera de descifrarlas. Tal vez salga muy herida en el proceso. Pero no es como si eso me importe lo suficiente como para pensármelo más. Creo que el ser humano se enfrenta siempre a uno, o tal vez más eventos, cruciales, que ponen en duda todo lo que ha construido. Yo lo hago todo el tiempo, pero este es uno grande que promete gra